LO QUE ME HA ENSEÑADO LA MATERNIDAD

**Todo el contenido de esta publicación es de mi autoría y me reservo todos los derechos. Siéntete en la libertad de compartir el contenido, dando el correspondiente crédito a su autora.

Recuerdo una camilla dura e incómoda.

Un frío que iba y venia.  

Era una sensación de frío y calor de forma diametralmente opuesta. 

Con la misma fuerza con la que se aproximan las olas a la orilla de la playa, en el debut de un huracán; así se iban sintiendo las contracciones.   

Subiendo de intensidad. Gradualmente. Hasta llevarme al punto en el que comencé a cuestionarme si verdaderamente estaba lista para ese momento. 

Pero ya no había vuelta a atrás.  Tenía que echar el resto. 

Entonces respiré profundo y recogí todas las fuerzas en mi ser, toda mi voluntad…, todas mis ganas de vivir…

…y de traer vida. 

Todo esto con la esperanza de que luego, en poco tiempo… tendría la dicha de escuchar la palabra más dulce que habría de escuchar en toda mi vida.  Insuperable. 

Escuchar a mis hermosos regalos decirme: “Mamá”.  

¿Qué más puedo decir? Soy madre. He perdido innumerables horas de sueño entre biberones, lactancia, pañales, terapias, medicinas y rogando al cielo que el futuro de mis hijos sea próspero. Descubrí que soy capaz de soportar mucho más dolor del que imaginé… (¡¡y que verdaderamente un bebé completo puede salir de ahí!!).

Aprendí a salir con la ropa estrujada aún después de haberla planchado, a llevar puesto perfume de leche digerida y que la “caca” no me da tanto asco como pensaba. Aprendí también que no se puede estar lo suficientemente cansada, molesta o inclusive enferma, como para no responder cuando escucho: “Mami”.

Me dí cuenta que soy capaz de alimentar a un bebé, tratar de hacer a una preescolar comer, comer yo misma y hablar a la vez. Aprendí que la mejor prenda que puedo llevar puesta, es la satisfacción de ver como día a día mis hijos se van convirtiendo en seres de bien (aunque para ello he tenido que hacer de grabadora, respirar profundo y tener tiempo de meditación).

Aprendí que nunca se está demasiado adulto como para volver al Kínder a trazar las letras correctamente, enseñar a sumar con los dedos y bailar canciones infantiles. Gracias a la maternidad, he descubierto que no hay tristeza, ni desasosiego que me haga rendirme porque en mi adentros sé, que no existe sobre la faz de la Tierra, mejor persona para cuidar de mis hijos que yo.

Todo esto se resume en una sola expresión: ¡Ser madre es lo mejor que me ha pasado! La maternidad es el honor más grande que he tenido en la vida, y si volviera a nacer: lo haría otra vez. De todas las materias que he estudiado en la vida, si bien esta ha sido la más ardua, fiera y agotadora, también ha sido la que mayor satisfacción me ha traído y la que ha sacado lo mejor de mí.

Mi más sincero reconocimiento a todos esos mujerones, seres espectaculares a las que comúnmente, se les llama Madres.

Besos, 💕

Amarilys

EPISODIO ÉPICO DE GAME OF THRONES: 4 TIPS PARA VERLO RELAX

Jamás pensaste que tendría algo que bloggear sobre Game of Thrones, ¿verdad? 😉

¡Sorpresa!

Hasta yo misma estoy sorprendida.

Hey… I’m a blogger… (or at least like to pretend I am) y como tal, debo velar y contribuir todo lo que pueda en los intereses de mis lectores. Pero la realidad es que como madre, ama de casa y miembro de la fuerza laboral de este mundo, sí tengo unas recomendaciones para que puedas ver este épico capítulo de la serie más vista de HBO con la solemnidad que todo fanático se merece. Sin más, ni menos… aquí vamos.

ACOMODA A TUS GRILLOS CON SUFICIENTE TIEMPO DE ANTICIPACIÓN

Tu conoces a tus niños. Sabes cuánto tiempo les toma quedarse dormidos. Los míos no se duermen rápido. Por lo regular, después de que los mando a irse a la cama, están durante la próxima media hora con inventos (les dan ganas de ir al baño, los dolores que no tuvieron durante todo el día les comienzan, les da hambre… y todo lo que te puedas imaginar).

¿Qué hacer?

Anticipar.

Ya sabes como son… “pica alante”. Acomódalos más temprano y anticipa todas las historias y posibilidades. Así tendrán suficiente tiempo para dar todas las vueltas necesarias sin estar: “Mami. Mami. Mami. Mamá. Mamá. Mamaaaaaa….” en un momento culminante e ignorando todas señales de que por favor te concedan dos simples minutos para escuchar lo que dicen en la TV (que como regla general, nunca ves).

I know you feel me.

*No tengo derechos sobre la imagen.*

DEAR HUBBY, ¿NOT A FAN? YOU’RE GONNA HAVE TO TAKE CARE OF THAT TOO

Si tú compañero de vida no es fanático de la serie (lo que te está haciendo repensar qué fue lo que te gustó de él🤔), seguramente también deberás cuidar de ese asuntito. Si lo dejas despierto por ahí, te va a estar interrumpiendo. Acéptalo. Eres irresistible. 😌 No soportará que le des toda tu atención a la serie. Si puedes, acuéstalo temprano también. 🤣🤣🤣🤣 Déjate de cosas. We run the world. 💪🏾 😇

Pero hablando en serio… Déjale saber de antemano a tu amorcito que quieres ver la serie tranquila. No esperes que sepa que no quieres ser interrumpida, si no se lo has dicho. Comunícale (con miel, por favor) que de la misma manera que él ve -lo que sea que a él le guste ver- tú también quieres tener un rato para ti.

TEN TUS KLEENEXS

*No tengo derechos sobre la imagen.*

Marca Kleenex o la más que te guste.

En Puerto Rico todos son Kleenex, de la misma manera que todos los crayones son Crayolas y todos los pañales son Pampers. Así somos. 🤷🏽‍♀️

Volviendo al tema: ten tus Klenexs a la mano. Con toda probabilidad, más de uno de tus personajes favoritos pasará a la historia. ¿Qué? ¿Acaso crees que ese capítulo anterior en el que abundó la hermandad, comprensión y en el que aún hasta los perversos se ganaron tu empatía, fue sin razón? Déjame decirte algo amiguita: ¡Es una Trampa! Una trampa para capturar tu atención y desgarrarte el corazón en este capítulo. Asegúrate de tener algo con qué secar las lágrimas y sacudirte los verdes… Just in case.

DEJA LA ROPA DEL PRÓXIMO DÍA LISTA

*No tengo derechos sobre la imagen.*

Oye… Si hay un día en el que debas hacer esto, es este. Este episodio merece toda tu atención. De seguro te acostarás tarde y con las emociones a flor de piel… Sin embargo, técnicamente (y sólo técnicamente) el mundo no se dentiene por la serie y al próximo día deberás ir a trabajar. ¿Qué mejor que dejar todos esos asuntos listos? Ya sea que despiertes contenta, cansada (o destruida) por todas las emociones vividas la noche anterior, al menos al día siguente tendrás asegurado un outfit decente, ¿no?

TAMBIEN LA DE TUS NIÑOS

Uniformes listos, ¡pleeeeeaaaseeeee! ¿Les hago otra vez la historia de las medias azul marino escolares que no aparecen por las mañanas? Es que me vuela la mente cada vez que pasa. ¿A donde van a tener la medias?

Deja la ropa y los materiales de tus niños set. Así no tendrás pensamientos escapándose a lo que deben llevar los grillos al día siguiente a la escuela. Si puedes dejar las loncheras listas, mejor.

That would be it, Nenas… Enjoy your epic episode. 😘

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Recuperando el Ánimo en la Recta Final del Año Escolar

Recuperando el Ánimo
en la Recta Final del Año Escolar

Ya estamos entrando en la recta final del año escolar. Si bien nosotros como padres estamos agotados, nuestros niños también deben estarlo. ¿Cómo llegar al final de semestre de una pieza? La organización y planificación es clave. Proponerse sobrepasar un obstáculo como el agotamiento o el desánimo puede resultar imposible si no se tiene un plan detallado. A continuación te comparto algunas cosas que funcionarán como estrategia para logar tu re enfoque, el de tus niños y terminar el semestre con el mismo animo con el que comenzaron.

  1. Delinea un plan de estudio. Ya están por ahí las notas. Ausculta las materias y las áreas en las que tus niños están flojitos (o no también como pudieran). Refuerza el aprendizaje. Toma lápiz y papel y separa cuánto tiempo a la semana y qué tiempo específico utilizarás para trabajar esa área. No solo queremos terminar el semestre, queremos terminar el semestre con éxito. Para lograr esto, nuestros niños deben haber desarrollado destrezas nuevas u optimizado las que ya tenían. No todo son las notas. Las destrezas también valen; y una notable mejoría en cualquier área de aprendizaje debe considerarse como un logro. En casa, uno de mis niños debe trabajar la comprensión de lectura y el otro la escritura. Considero que una hora los domingos en la tarde será suficiente para reforzar cada área.
  2. Haz un inventario de la ropa escolar. Nada peor que ir arrastrando issues diariamente porque a la hora de prepararse falten piezas del uniforme. Peor aún, mirar a tu niño y recordar todas las mañanas que se te olvidó coser el botón, cambiar un gavete o tratar una mancha (y sentirte fatal porque siendo una tarea sencilla, no lo hiciste). Mi pesadilla de siempre: ¡¡¡Las medias!!!!!  Esta semana estoy realizando una búsqueda exhaustiva de las medias azules escolares de mi Grilla. (Sé que no soy la única con un problema de medias.) Enfrentar el problema es la única solución. Si no doy con al menos cinco pares (de los sobre quince que se le compraron a principios del año escolar) inevitablemente, tendré que comprar uno que otro par (y ponerles grillete…).
  3. Retoma tu rutina mañanera. Es fácil ceder al cansancio y al desánimo. Been there. Done that. Pero si tú decaes, las probabilidades de que tus hijos hagan lo mismo, son todas. Nuestros hijos imitarán lo que vean en nosotros. El levantarnos con suficiente anticipación marca la diferencia entre una mañana que fluya con tranquilidad o una mañana llena de tensiones. El que todos en casa sepan qué cosas deben hacer siempre y en qué orden, evitará que olviden cosas. Recientemente, me senté con mi niña a realizar una lista de las cosas que debe hacer en la mañana antes de ir a la escuela (aquellas cosas que le repito todos los días como el tender la cama, ponerse crema, asegurarse de ponerse un lazo o diadema, etc., etc.). Próximo paso, preparar una cartulina (ella misma) bien decoradita para ponerla en la pared de su cuarto a modo de recordatorio.
  4. Aprovecha los fines de semanas. Los fines de semana son para descansar y compartir en familia. Sin embargo, las personas astutas separan un poco de tiempo de su fin de semana para organizar y planificar su semana. Corrobora de antemano los proyectos que están por venir, graduaciones, actividades. ¿Qué cosas son las más te toman tiempo en la semana? ¿Cuáles de esas puedes adelantar? ¿El menú? ¿La ropa que usarás en la semana? ¿Compras? El adelantar algunas cosas te quitará tensiones durante la semana, cuando generalmente cuentas con menos tiempo y mayor cansancio.
Así se ve nuestra rutina de las mañanas y tardes.

Siéntete en la libertad de compartir tus recomendaciones para recuperar el ánimo cuando ya se está acabando el año escolar.

CASA LIMPIA (CON TRAMPILLA) : 3 ÁREAS PRINCIPALES QUE DEBERIAS ABORDAR

CASA LIMPIA (CON TRAMPILLA) :
3 ÁREAS PRINCIPALES QUE DEBERIAS ABORDAR

Mantener una casa en orden parece ser una tarea sumamente sencilla para algunos. Sin embargo, la realidad es que siempre requiere de esfuerzo. La diferencia es que algunos ya han logrado hacer del ordenar parte de su rutina, mientras otros la simple idea de que es necesario hacerlo les abruma. No importa en cuál de los dos grupos estés, hoy hablaremos de las tres áreas por las que deberías comenzar para dar la ilusión de que tu casa entera está inmaculada (aunque no lo esté del todo).

COCINA – El área número uno (1) siempre debe ser la cocina. Los trastes sucios en el fregadero y por los alrededores de la casa inevitablemente llaman la atención. En adición, traen mal olor al ambiente. Siempre comienzo por lavar todos los trastes sucios que encuentre. Pon música agradable, compra jabón de fregar del olor que más guste. Haz del fregar una experiencia lo más placentera posible.

Otra área de la cocina que también da la ilusión de mucho reguero es el “counter” lleno de cosas. Ya sacaste los trastes que estaban en él, ahora saca todo aquello que no pertenezca a esa área: cartas, cartera, pinches para el pelo, joyería; lo que sea que esté ahí que no pertenezca a esa área, sácalo. Guarda las cosas más valiosas en su lugar inmediatamente. El resto de las cosas menos importantes, ponlas en una canasta para distribuirlas más tarde durante el día (o la semana).

SALA – Es necesaria una área de estar; y que en esa ” área de estar”, en efecto, se pueda estar (valga la redundancia). Es imposible que tu casa pueda dar la impresión de que está recogida si en el lugar donde se supone que se sienten las personas está llena de ropa, bolsas llena de cosas que hayas comprado (y no te tomaste el detalle de acomodar) o que simplemente, no se puede caminar cómodamente por ella. Mantén el área de la sala (muebles y piso) despejados. Es más fácil mantener el área de la sala recogida y limpia si limitas la cantidad de decoración que pones en ella. Si como yo, tienes niños, mantenlo simple. Para decoración: lo esencial. No sobrellenes la mesas, las paredes y los muebles con mil cojines de los cuales después serás esclava (o esclavo…, los nenes también recogen).

BAÑO – No sólo es práctico, es higiénico. Es una de las áreas del hogar que más fácil es de mantener limpia. Te explico como… Todos los días limpia un poco. Simple. Mi esgtrategia incluye los Lysol o Clorox wipes. De cada día de por medio paso uno en el lavamanos y otro en el inodoro. También cepillo el inodoro continuamente. No permito que se acumule el sucio. Siempre disfrutamos de un baño limpio y la visita también. Con lo único que no he logrado desarrollar una estrategia es con la bañera. Tan pronto lo logre, se los comparto… y si alguno de ustedes la tiene alguna (¡por favor!) échela pa’ acá.

¿Que la casa tiene más áreas? Si. Pero dijimos que era limpia con trampilla… 😉

¡¡Que No se Salga de Control la Ropa Sucia!!

¡¡Que No se Salga de Control la Ropa Sucia!!

Con una vida activa y el tener que lavar ropa para cinco, he tenido que aprender a manejar mi agenda y evitar la avalancha de ropa que se puede llegar a formar en menos de semana. La ropa sucia desatendida y sin un plan para manejarla, esta tarea puede llegar a convertirse en una situación realmente abrumadora para toda la familia.

(1) Un martes en la mañana: – ” Mamá, no encuentro medias de la escuela.” (2) Hablándote a ti misma y ya tarde para salir al trabajo: “¿Será posible que no encuentre ni una sola de las camisillas negras limpias? ¿Dónde están?”

Sé lo que se siente. Lo he vivido… Es por eso que hace más de un año me dí a la tarea de tomar el control de este asunto. Busqué en vídeos de Youtube, leí blogs y aquí les comparto lo que me ha funcionado. Aún no alcanzo la perfección, pero si ha habido una mejoría sustancial en mi rutina lo cual ha disminuido la cantidad de veces que me encuentro en situaciones como las que mencioné arriba.

  • Primero lo primero. Necesitas una secadora de ropa. Punto. No le busques la vuelta. No trates de subestimar el beneficio que este enser traerá a tu hogar, a tu familia y a tí misma. Estamos en el siglo XXI. Imagínate en estos tiempos sin una nevera… Absurdo, ¿verdad que sí? De igual manera ocurre con una secadora de ropa. No hay forma de que en este siglo, en el hay padres solteros, hogares en que ambos trabajan, y con un sin número de responsabilidades (no solo laborales, sino tamibién sociales y eclesiásticas), logre manejar la cantidad de ropa sucia que se genera en una semana. Querido Lector: Si aún no tienes una secadora, hazte de una. Hazte un regalo para tí y tu familia. Si la compras de gas, el gasto energía eléctrica es mínimo. Solo utiliza electricidad para el primer halón (en lo que prende) y para el “timer”. De igual manera, los enseres de hoy día son sumamente eficientes. Si adquirieras una de completamente eléctrica, el gasto de electricidad no será no exorbitante. Has los ajustes con otros enseres, salidas innecesarias o gustos absurdos, pero no cortes por la secadora de ropa.
  • Divide la ropa según se va ensuciando. Tengo varios cestos de ropa sucia. Uno para la ropa oscura, otro para la ropa clara y un tercero para la ropa blanca. Según se va ensuciando la ropa, la vamos poniendo según su categoría. Toda la familia participa. Mis niños, entre las edades de 8 y 5 años, saben como hacerlo también.
  • Lava (y seca) una tanda de ropa por día o día de por medio. Esto dependerá de cuánta ropa sucia genere tu familia. Esto evita que se generen las tandas gigantescas (que a fin de cuentas lo que hacen es esforzar y acortar el tiempo de vida útil de tu lavadora). Echa un vistazo diariamente a los cestos de ropa sucia. Lava el que más lleno veas. Mi tiempo preferido para hacer esto es por las tardes. Echo a lavar una tanda de ropa tan pronto llego a casa. Mientras comemos, nos bañamos y hacemos las tareas, la ropa se va lavando. Antes de acostarme a dormir, la pongo a secar. Hay a quien le funciona poner una tanda a lavar tan pronto se levanta, y dejarla secando antes de irse al trabajo o llevar los niños a la escuela.
  • Dobla una tanda de ropa diariamente (o día de por medio). De la misma manera que lavas una tanda por día, dobla. No permitas que se acumule. Es mucho más fácil doblar y guardar una pequeña tanda de ropa que doblar y guardar el cúmulo de ropa de una semana. De la misma manera que se recomienda que las tareas grandes se dividan en tareas más pequeñas ya que es más probable que lo realices sin quemarte, es más fácil que dobles una tanda ropa para que la que tengas que separar de 5 ó 10 minutos que el verte en la obligación de separar una tarde para doblar ropa.
  • Que los niños se encarguen de lo suyo. Involucra a la familia. Es una tarea de todos. Si ensucias ropa, participa. Si los miembros de tu familia están una edad en la que son capaces de seguir instrucciones, involúcralos. Si son pequeños, supervísalos de cerca, pero permite que participen de la tarea. De momento puede ser un poco sacrificado y es probable que en un inicio sea más lo que te atrasen que lo que te ayuden, pero verás que dentro de poco lo harán de forma casi independiente y será de gran beneficio para tí y para ellos también.

Déjenme saber sus estrategias para manejar la el cúmulo de ropa que una familia genera. ¡Ánimate! ¡Comenta!

3 Musts de Mamá

Vivimos vidas agetreadas… todos. De alguna manera u otra, todos tenemos muchísimas cosas en nuestra agenda, y cuando somos padres que participan activamente en el desarrollo de sus hijos, más aún. Sin embargo, a pesar de cuan agetreada pueda estar, he descubierto que hay ciertas cosas especifícificas que me ayudan a efrentar mi agenda con una mejor actitud.

  1. Arreglarme. Ya sea mucho o poco, el mirarme en el espejo y verme como la Bruja del 71 o Doña Florinda, me hace sentir como  “poop”; como si las circunstancias de la vida me manejaran a su antojo.  Por el contrario, el dar una mirada al espejo y verme aliñada,  me ayuda sentirme en control, al menos de mi misma.  De alguna manera u otra, el reflejo que veo que el espejo no sólo  influye en mi estado de ánimo, sino también mi comportamiento.  Cuando estoy arreglada, se me hace más fácil comportarme de forma empoderada, mejor aún, me siento empoderada.  Un poco de maquillaje, una ropa coordinada y accesorios (siempre alguna pieza de accesorio) son los elementos que procuro incluir en mi atuendo.
  2.  Tiempo Sola. Ya sea por 10 minutos o durante 1 hora, necesito tiempo de silencio y no me siento culpable por ello. Son unos momentos para recupar el aliento, detenerme, pensar,  leer algún artículo de temas interés y recargar un poco baterías.  Como regla general, aprovecho también los momentos que voy al baño y le he pedido abiertamente a los miembros de la familia que respeten esos momentos.  Mis niños aún tratan de meterse al baño cuando lo estoy usando, pero cariñosamente les pido que salgan, que una vez termine, les ayudo con lo que necesiten.
  3. Chachareo.  Un “catch up” con una alguna amiga, hermana, madre o alguien que comparta intereses conmigo.  Puedo hablar de moda, de compras, anécdotas sobre la crianza o de la vida de familia; también si necesito desahogarme acerca de algo.  Ese tiempito me sirve como una clase de “hidratante emocional” .  Bien no será una sesión psicológica, pero créeme, ayuda.

Déjame saber cuáles son tus top 3 de supervencia diaria en los comentarios.  Si no tienes ninguno, te animo que comiences intentando al menos uno de los listados y me cuentes si de alguna forma te ayudan y cómo.

Cómo Supe Que Mi Hijo Tenía Necesidades Especiales

Como padres, siempre debemos entender que cada niño se desarrolla de forma diferente y abstenernos de comparaciones, aún entre hermanos.  Pero, (porque siempre hay un “pero”) inevitablemente vemos el comportamiento de otros niños que son contemporáneos con los nuestros y podemos notar que existe la posibilidad de que nuestros hijos tengan algún rezago en x ó y área.  En mi caso, esto sucedió con mi segundo hijo.  Al compartir con otras personas y ver el comportamiento de sus niños y la interacción de los padres con ellos, comencé a notar varias diferencias en cuanto al mío.  Mayor aún, cuando echaba mano de las memorias y experiencias en cuanto a mi hija mayor (mis dos hijos tienen una diferencia de tres años entre sí), más me alarmaba.  A continuación les desgloso algunas de las cosas que fueron indicadores de que tanto mi hijo, como nosotros los padres y familia inmediata, requeríamos de ayuda profesional para fomentar su desarrollo. Aclaro que me estaré concentrando en las características que estaban presentes cuando mi hijo tenía alrededor de los 20 y 24 meses, período en el que finalmente decidí buscar ayuda.

  • No quería hablar.  Salvo dos o tres palabras que había dicho alrededor de los 9 ó 10 meses, mi hijo no hablaba.  Su forma de comunicarse se limitaba al llanto, gritos y quejas.
  • “Perretas” o rabietas continuas.  Si no conseguía lo que quería o alguno de nosotros no lo entendía, lo que venía era una perreta casi de la magnitud de la 2da Guerra Mundial, al punto de llegar a agredirme o agredirse a sí mismo.  Posteriormente, con la ayuda de una psicóloga pudimos entender que al no poder comunicarse, se frustraba. Pero en un incio, éramos incapaces de entender cuál era el detonante.
  • Poco o ningún contancto visual.  Mi hijo me ignoraba.  De hecho, en determinado momento, llegué a dudar si sufría de sordera porque podía llamarlo o hablarle y era como si hablara con la pared.  No obtenía reacción alguna de él.
  • No se entretenía con nada.  Lograr que se sentara a jugar un rato, que viera tv o concentrara su atención, era casi imposible.  Su entretenimiento se limitaba a buscar peligro (treparse por donde quiera, si estábamos afuera de la casa correr insistentemente hacia la calle), destrozar los juguetes y comer.
  • No reaccionaba al dolor.  Si se daba un golpe o se caía, simplemente no lloraba.  Era como si no lo sintiera.
  • Sensibilidad sensorial.  Si bien aparentaba ser resistente al dolor, por otro lado era sumamente sensible.  Le daban asco las cremas, si veía la mezcla de “pancakes” le daban nauseas y podía llegar a vomitar; le deba asco la arena, gritaba cada vez que sentía el shampoo en su cabeza, le incomodaba la sensasión de las pasta en la boca.

Con este panorama, se imaginarán que mis díás se conviertieron en casi una tortura.  Entre la preocupación y las dudas al no poder entender qué era lo que sucedía, (si eran cosas de mi imaginación o si genuinamente había una necesidad) y las constantes perretas, a duras penas podía salir con mi hijo, peor aún, no podía disfrutar de su compañía.  Se frustraba él porque no lo entendíamos y nos frustrábabomos los que estábamos a su alrededo porque no podíamos entenderlo a él.  Cuando mi hijo alcanzó algunos 26 meses, acudí a una clínica de Evaluación e Intervención Tempara para que lo evaluaran y auscultar si tenía alguna necesidad.  El resultado (el cual era de esperarse) me costó aceptarlo.  Ethan presentó rezago en el habla, area cognitiva, motor fino y sensorial.  Fue referido a terapias del habla (entre otras cosas) hasta el día de hoy, que con casi 6 años de edad continua con sus terapias del habla y ocupacional.

Al sol de hoy, la mejoría de Ethan ha sido del cielo a la Tierra.   De que no hablaba, ahora hay que pedirle que guarde silencio durante al menos 5 minutos (con suerte obtenemos 2.5 minutos 🙂 ).  Es capaz de inciar y mantener conversaciones, hacer y contestar preguntas, jugar, socializar, demostrar afecto y expresar sus sentimientos (tanto la alegría como la tristeza y el coraje) civilizadamente.  Juntos disfrutamos de salidas al cine, a las tiendas, parques y disfrutamos también de los momentos que nos quedamos en casa viendo una película o dibujando.  ¿Que todavía recibe terapias? Sí.  Aún necesita ayuda con la prouniciación de ciertos fonemas, ampliar su capacidad de análisis en acorde con su edad y mucha, mucha ayuda con el motor fino (principalmente con el “agarre de pinza”, poner botenes, subir cremayeas, etc).  No obstante, su futuro promete, y mucho.  Puede compararse con cualquier niño de su edad.  Pero esto ha sido posible porque enfrentamos la necesidad de nuestro niño en vez de ignorarla o huir de ella.  Mejor aún, no le tuvimos lástima.  Creemos que él es un niño fuerte y capaz y así lo tratamos.  Entendemos que existen ciertas cosas que le tomarán más tiempo aprenderlas en comparación con otros niños de su edad, pero creemos firmemente que las aprenderá y que tiene la capacidad.

Querida madre o padre que me lees: no ignores las necesidades de tus hijos esperando que se resuelvan solas.  Las probabilidades de que se acentúen en vez de que mejoren son amplias.  Echa mano de estos alarmantes números en este artículo:  https://u.org/296mcHB  . Existen un sin número de profesionales, grupos de apoyo y literatura para fomentar el desarrollo saludable de nuestros hijos en áreas de necesidad.  Si notas que tu hijo presenta rezago en alguna área, mientras más temprana sea la intervención, mejor y más rápida será la mejoría.  Pón todas las herramientas que puedas a disposición de tus hijos.