¡¡Que No se Salga de Control la Ropa Sucia!!

¡¡Que No se Salga de Control la Ropa Sucia!!

Con una vida activa y el tener que lavar ropa para cinco, he tenido que aprender a manejar mi agenda y evitar la avalancha de ropa que se puede llegar a formar en menos de semana. La ropa sucia desatendida y sin un plan para manejarla, esta tarea puede llegar a convertirse en una situación realmente abrumadora para toda la familia.

(1) Un martes en la mañana: – ” Mamá, no encuentro medias de la escuela.” (2) Hablándote a ti misma y ya tarde para salir al trabajo: “¿Será posible que no encuentre ni una sola de las camisillas negras limpias? ¿Dónde están?”

Sé lo que se siente. Lo he vivido… Es por eso que hace más de un año me dí a la tarea de tomar el control de este asunto. Busqué en vídeos de Youtube, leí blogs y aquí les comparto lo que me ha funcionado. Aún no alcanzo la perfección, pero si ha habido una mejoría sustancial en mi rutina lo cual ha disminuido la cantidad de veces que me encuentro en situaciones como las que mencioné arriba.

  • Primero lo primero. Necesitas una secadora de ropa. Punto. No le busques la vuelta. No trates de subestimar el beneficio que este enser traerá a tu hogar, a tu familia y a tí misma. Estamos en el siglo XXI. Imagínate en estos tiempos sin una nevera… Absurdo, ¿verdad que sí? De igual manera ocurre con una secadora de ropa. No hay forma de que en este siglo, en el hay padres solteros, hogares en que ambos trabajan, y con un sin número de responsabilidades (no solo laborales, sino tamibién sociales y eclesiásticas), logre manejar la cantidad de ropa sucia que se genera en una semana. Querido Lector: Si aún no tienes una secadora, hazte de una. Hazte un regalo para tí y tu familia. Si la compras de gas, el gasto energía eléctrica es mínimo. Solo utiliza electricidad para el primer halón (en lo que prende) y para el “timer”. De igual manera, los enseres de hoy día son sumamente eficientes. Si adquirieras una de completamente eléctrica, el gasto de electricidad no será no exorbitante. Has los ajustes con otros enseres, salidas innecesarias o gustos absurdos, pero no cortes por la secadora de ropa.
  • Divide la ropa según se va ensuciando. Tengo varios cestos de ropa sucia. Uno para la ropa oscura, otro para la ropa clara y un tercero para la ropa blanca. Según se va ensuciando la ropa, la vamos poniendo según su categoría. Toda la familia participa. Mis niños, entre las edades de 8 y 5 años, saben como hacerlo también.
  • Lava (y seca) una tanda de ropa por día o día de por medio. Esto dependerá de cuánta ropa sucia genere tu familia. Esto evita que se generen las tandas gigantescas (que a fin de cuentas lo que hacen es esforzar y acortar el tiempo de vida útil de tu lavadora). Echa un vistazo diariamente a los cestos de ropa sucia. Lava el que más lleno veas. Mi tiempo preferido para hacer esto es por las tardes. Echo a lavar una tanda de ropa tan pronto llego a casa. Mientras comemos, nos bañamos y hacemos las tareas, la ropa se va lavando. Antes de acostarme a dormir, la pongo a secar. Hay a quien le funciona poner una tanda a lavar tan pronto se levanta, y dejarla secando antes de irse al trabajo o llevar los niños a la escuela.
  • Dobla una tanda de ropa diariamente (o día de por medio). De la misma manera que lavas una tanda por día, dobla. No permitas que se acumule. Es mucho más fácil doblar y guardar una pequeña tanda de ropa que doblar y guardar el cúmulo de ropa de una semana. De la misma manera que se recomienda que las tareas grandes se dividan en tareas más pequeñas ya que es más probable que lo realices sin quemarte, es más fácil que dobles una tanda ropa para que la que tengas que separar de 5 ó 10 minutos que el verte en la obligación de separar una tarde para doblar ropa.
  • Que los niños se encarguen de lo suyo. Involucra a la familia. Es una tarea de todos. Si ensucias ropa, participa. Si los miembros de tu familia están una edad en la que son capaces de seguir instrucciones, involúcralos. Si son pequeños, supervísalos de cerca, pero permite que participen de la tarea. De momento puede ser un poco sacrificado y es probable que en un inicio sea más lo que te atrasen que lo que te ayuden, pero verás que dentro de poco lo harán de forma casi independiente y será de gran beneficio para tí y para ellos también.

Déjenme saber sus estrategias para manejar la el cúmulo de ropa que una familia genera. ¡Ánimate! ¡Comenta!

Los Cuatro Pilares de la Amistad

Los Cuatro Pilares de la Amistad

“La verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio.” 
― Isabel Allende

Si estás leyendo este blog, probablemente seas como yo: No tienes muchos amigos. Conocidos…, muchísimos. Pero, amigos…, pocos. Seguramente, al igual que a mí, te sucede que puedes tener rápidas interacciones cordiales con cualquiera pero no te sientes del todo cómodo compartiendo con todo tipo de persona. En mi caso, disfruto de los momentos de soledad o de compartir con grupos pequeños.  Si fuera a numerar los amigos que tengo…, genuinamente puedo decir que las manos me dan y sobran para contarlos.  Por otro lado, si bien esos pocos amigos son muy diversos en sus personalidades, costumbres y oficios; cuentan con estas cuatro características las cuales considero han sido el fundamento de nuestra amistad durante el pasar de los años:

  • Respeto Inteligente – Veo el respeto como tener la capacidad de ver líneas imaginarias y saber cuáles puedes traspasar y cuáles no.  Mi cerrado grupo de amigos son personas respetuosas, no soló de palabras sino también de acto.  Entienden cuándo son los momentos en que es necesaria la compañía y cuáles son los momentos de dar espacio. Me rodeo de personas que saben respetar virtudes y límites siendo capaces de disfrutar de la compañía a pesar de ellos.  Mayor aún, nos abstenemos de juzgar. Un ejemplo de esto: Tengo una amiga que siempre llega tarde, a todo…, siempre.  Yo lo sé.  Más que nada, sé que cuando la invito a alguna actividad, las probabilidades de que llegue tarde… ¡son todas!  Eso a mí no me ofende, ni molesta en lo absoluto. Cuando llega tarde, no le pongo caras, ni le reclamo. Mayor aún, no resta al cariño que le tengo.  Ella simplemente es así… Y yo respeto su esencia.  Por las razones que sean, tiende a ser impuntual. Por otro lado, si bien es cierto que siempre llega tarde, es más cierto todavía que cuenta con un sin número de virtudes, entre ellas un ardiente deseo de brindar la mano a todo aquel que se la pide, aún sin conocerle. De igual manera, ella entiende que para mí las actividades sociales son casi un castigo, (prefiero los momentos de silencio y soledad) y si no me presento a alguna actividad, sin reprocharme, ella lo entiende y sabe que el aprecio que siento por ella, va por encima de un caretazo en una fiesta.  
  • Confiabilidad – No se trata del cliché que constantemente hace que las personas confundan el ser sincero con ser confiable. Se trata de tener la plena certeza de que aunque esa persona no está a tu lado todos los días, o a pesar de las muchas cosas que puedan interponerse en sus caminos, a la hora de la “pura verdad”, en un momento de vida o muerte, (o un momento sumamente determinante en tu vida, para no ser tan dramáticos), esa persona va a decir: “Presente. Cuenta conmigo.” Es ese tipo de persona a la que le podrías delegar tu última voluntad y sabes que hará todo lo que esté en sus manos para cumplirla.
  • Paciencia – Esa persona tiene la capacidad de siempre esperar lo mejor de tí, pero con un ingrediente indispensable: lo hace sin perder la calma. ¿Recuerdan el pilar del “respeto inteligente” que mencioné antes?, está muy relacionado con la paciencia. Un amigo paciente espera lo mejor de ti aún cuando ese “mejor” no sea bueno según los estándares sociales. Dicho de otra manera, en una buena relación de amistad, se establecen otros estándares los cuales vienen a ser asunto de los dos (tres, cuatro o cinco) amigos…, y nadie más. Las opiniones externas no les afectan, porque es una relación estrecha construida sobre respeto y paciencia. Al no ser una amistad que responde a presiones de terceras personas, ninguno de los dos pierde la calma… Es una relación en la que ninguno se cansa de aconsejar al otro, ni de escuchar los mismos traumas, una y otra vez, porque no acaban de tomar las decisiones que deberían tomarse. Son personas que están ahí… Escuchando…, a la expectativa de tu mejor momento, aún cuando los peores momentos los hayas provocado tú mismo.
  • Perdón – Indispensable. No existe ser perfecto sobre la faz de la Tierra. No importa quien sea, a qué se dedique, o cuan espiritual se pueda considerar, somos seres humanos imperfectos. Somos propensos a equivocarnos y la gran mayoría de las veces tomamos decisiones sin tener toda la data que era necesaria para ella. No obstante, una relación de amistad madura, tiene la capacidad de comprender la humanidad y la imperfección humana, perdona y siguen hacia adelante.

Me gustaría saber saber lo que opinas en cuanto a este tema y qué características han sido el fundamente en tus relaciones de amistad.