¿Eres Una Persona Tóxica? 4 Señales de que Sí

Señales de una tóxica
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Ser tóxica está de moda, pero no necesariamente significa que es algo bueno.

Mientras se vacila con el término en las redes sociales, la realidad es que ser una persona tóxica (o estar cerca de una) es agotador.

Algo tóxico, es aquello ( que causa alteraciones -dañinas- al organismo , incluso, la muerte.

Una persona tóxica es la:

sal en una herida;

lluvia sobre terreno mojado;

la nube negra en una boda en la playa.

Una persona tóxica, crea incomdidad, contienda, mal humor, y lo peor de todo, hastío.

Desgraciadamente, muchas veces podemos ser tóxicos nosotros mismos, o pasar tanto tiempo con una persona tóxica, que ni siquiera nos damos cuenta del círculo vicioso en el que nos vemos atrapados. Siempre he dicho el refrán, sumamante vulgar, pero certero:

“A todo se acostumbra uno. Hasta al estiércol, si se pasa mucho tiempo en él.” (¿Notaron que no dije “mierda“? De nada. 😉 )

A continuación cuatro señales claves de que eres (o estás cerca de) una persona tóxica:

-1- TE PERSIGUE CAOS

Parece mala suerte. Has considerado amarrarte una “pata de conejo” al cuello.

A donde quiera que te mueves y con todas las personas con las que te relacionas, hay problemas. Existe un drama. Hay complicación.

Sin embargo, la realidad no es que te persigue el caos: tú lo creas. Tienes una habilidad increíble de tener un lío con tu pareja, otro con tus compañeros de trabajo y otro con la cajera de la farmacia.

Pero, no.  No eres tú.  Son ellos.” (Al menos eso te gusta creer.) Solamente quieres ayudar y por ello opinas en asuntos que nadie te ha preguntado, haces cosas que nadie te ha pedido y… para que no le falte la “cherry” al helado, ¡no eres confidencial! 😱😱 Llevas y traes información que, la mayoría de las veces, no has corroborado.

Por si fuera poco, otra de las cosas que te trae caos, es el ser demasiado metiche. Deseas ser feliz, pero las personas no son como tu esperas. Esperas que cada uno de tus allegados resuelvan sus situaciones (SUS SITUACIONES, porque en realidad no son asunto tuyo) de la manera que tú esperas; y cuando no la resuelven de la manera que “deberían”, metes la cuchara en donde nadie te ha llamado.

(¡Rayos! Me salpicó un poco de esto último.)

Al final del camino, terminas con más enredos de los que puedes manejar.

Un tóxico tiene tremenda habilidad de crear una tormenta en un vaso de agua…, y si es nivel experto: crea la tormenta en un gotero, aunque el gotero sea ajeno.

-2- TE QUEJAS POR TODO

Nada te hace feliz.

Todo es difícil.

Ninguna posible solución te satisface.

Fácilmente puedes encontrar un problema para cada solución.

¿Te suena familiar?

Si siempre estás pensando en el peor de los casos y sientes al alcance de tu mano todas las calamidades del mundo, eres una persona tóxica. De seguro traes locos a tus allegados.

Analiza tus comentarios durante un período de tres (3) horas. Te reto. Pon una alarma y escucha detenidamente las palabras que salen de tu boca (también presta atención a lo que texteas). Si más de la mitad, es negativo, contienen un lamento, una protesta o un refunfuño, lamento decirte: eres tóxica.

-3- Consideras que la vida no es Justa

Te la pasas comparándote con todos.

También comparas todo lo que tienes y lo que alcanzas, con lo que tienen y alcanzan los demás.

La desgracia de otro te da un cierto aire de superioridad. No porque en realidad te alegra su desgracia, es sólo porque todo lo que haces es en son de competencia y la calamidad de otro, te posiciona en un lugar de ventaja.

De la misma manera, los logros ajenos te causan pesar.

“¿Por qué yo no? ¿Para esa persona todo es fácil. Tiene suerte.”

Restas méritos a los logros de otros, pero cuando lo haces tú, eres lo más grande que “ha parido madre”.

Tóxica, cariño.

-4- Dependes de otros para apreciar tus logros

Como última señal y la más peligrosa de todas.

Haces las cosas para las gradas y no por convicción.

Tu vida es una novela, al punto que si nadie te “tira un piropo” te sientes fea y si no te dicen que cocinaste rico, te sientes mal.

No haces nada para tí y por tí.

Todo lo que eres y lo que haces, es para aparentar y recibir reconocimiento de los demás. Llegas al punto de dejar de ser tú misma, para ser una marioneta de las circunstancias, bailando al son que te tocan.

¿Para qué?

Para recibir, como perrito, una galletita de “buena chica”.

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¿Y qué pasa ahora?

Si te acabas de dar cuenta de que eres una persona tóxica, ¡felicidades! Al menos lo has reconocido. Dicen que ese es el primer paso para mejorar en cualquier cosa que nos propongamos.

Seamos honestos…

Todos tenemos momentos tóxicos. Lo importante es no hacer de ello un estilo de vida. Darnos cuenta de cuando caemos en comportamiento y actitudes tóxicas rápidamente, nos ayudará a tener una mejor calidad de vida, tomar mejores decisiones y preservar relaciones con personas que genuinamente amamos.

Todos los días podemos ser mejores. No te resignes a ser la sal en herida de nadie, ni la nube negra en un día de sol.

La felicidad es una actitud. No te conformes con ser menos que eso.

That would be it. See you on my next one. 💞👠

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¿CANSADA DE COCINAR, ESPERANCITA?

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¡Lo seeeee! Sé lo que se siente. Probablemente todas estamos cansadas de cocinar durante las distintas restrincciones.

Todos los días. Sin falta. Más de una vez. Nos vemos metidas en la cocina. No hay a nadie a quién culpar. Y…, con el reto de que ya comenzaron las clases -en casa-, tenemos trabajo remoto y pseudo presencial, (y a eso le añadimos el detallito de comer lo menos posible fuera); la tarea se vuelve todo un reto.

No blames, querida. Todas estamos pasando por eso.

Sin embargo, existen unos cuantos hábitos que me han ayudado a hacer de la tarea una placentera. Quizás no tanto como el ver un episodio de Friends, pero no tan mala como lavar el carro. (¿Sólo yo detesto lavar el carro?)

LO QUE ME AYUDA Y TE PUEDE AYUDAR A TI

Ya había mencionado antes, sobre ese encuentro místico que tuve con la cocina durante la cuarentena. Desde entonces, descubrí unos cuantos hábitos, que verdaderamente han hecho de la cocina un pequeño paseo. Te comparto algunos.

Planificar las Comidas de la Semana. Planificarme para Cocinar.

Nada elaborado. Simplemente se trata de tener una idea de lo que cocinaré. Esto me ayuda tener disponible los ingredientes que necesito para cada uno de los platos. Además, me ahorra la desilución y el desánimo de verme sin tomates para la ensalada o sin nachos para una tarde de cena mexicana.

Otra cosa para la que también me ayuda la planificación de las comidas, es para evitar el bloqueo mental que la da a uno cuando llega el momento de concinar y no sabemos en qué dirección movernos. Tienes tu plan. Lo miras. No piensas. Sólo actúas y ¡boom! Ya la comida está hecha.

Meal Prep

Preparo comida de antemano.

En un mundo ideal, todo lo puedes cocinar al momento.

En un mundo real, de madres que trabajan y tienen mil responsabilidades: congelar comida cocida ¡es un salvavidas!

Algo tan sencillo como tener varios días de habichuelas guisadas congeladas, te ahorra muchísimo tiempo y estrés. No sé si lo he mencionado en el blog, pero en Facebook, compartí que cuando hago habichuelas, preparo tremendo caldero y guardo para varios días.

Hazlo. Despues me das las gracias.

De la misma manera hago con los arroces. Recientemente comencé a preparar desayunos de antemano (tostadas fancesas y burritos de huevo y bacon) y ha sido un éxito para las mañanas de rush. Te comparto a mis youtubers favoritas para esto. Oprime aquí y aquí para verlas.

Tener Ayudantes para Cocinar

Amiga, no sientas culpa de utilizar aquellos instrumentos que fueron creados para facilitarnos la vida.

De la misma manera que aprovechas la lavadora y no lavas a mano; aprovechas el carro y no andas a pie; aprovecha los instrumentos de cocina.

Desde arroceras, “slow cookers”, “air fryers”, el que sea o todos; úsalos.

Los arroces y las pastas de arrocera quedan riquísimas. El pollo en el “slowcooker” queda tan tierno que se desbarata. Ignora a la gente que dice que dichos instrumentos son de “vagos” (así le dicen a los perezosos en Puerto Rico).

No es cosa de vagas.

Son instrumentos de mujeres listas, fuertes, emprendedoras y con muchas responsabilidades. Aprovecha las energías que te ahorras con estos intrumentos para darle más amor tus hijos y a tu pareja (si la tienes).

No te sientas culpable por utilizar o por invertir en ellos. Echa mano de los avances de la tecnología en la cocina. Sé astuta. Amplia tus posibilidades.

¿Tienes un ayudante de concina? Comenta cuál es y comparte tu receta. Dime que haces para hacer la experiencia de cocinar una placentera.

That would be it. ¿Te gusta? ¡Comparte!

See you on my next one.👠💞