Los Cuatro Pilares de la Amistad

Los Cuatro Pilares de la Amistad

“La verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio.” 
― Isabel Allende

Si estás leyendo este blog, probablemente seas como yo: No tienes muchos amigos. Conocidos…, muchísimos. Pero, amigos…, pocos. Seguramente, al igual que a mí, te sucede que puedes tener rápidas interacciones cordiales con cualquiera pero no te sientes del todo cómodo compartiendo con todo tipo de persona. En mi caso, disfruto de los momentos de soledad o de compartir con grupos pequeños.  Si fuera a numerar los amigos que tengo…, genuinamente puedo decir que las manos me dan y sobran para contarlos.  Por otro lado, si bien esos pocos amigos son muy diversos en sus personalidades, costumbres y oficios; cuentan con estas cuatro características las cuales considero han sido el fundamento de nuestra amistad durante el pasar de los años:

  • Respeto Inteligente – Veo el respeto como tener la capacidad de ver líneas imaginarias y saber cuáles puedes traspasar y cuáles no.  Mi cerrado grupo de amigos son personas respetuosas, no soló de palabras sino también de acto.  Entienden cuándo son los momentos en que es necesaria la compañía y cuáles son los momentos de dar espacio. Me rodeo de personas que saben respetar virtudes y límites siendo capaces de disfrutar de la compañía a pesar de ellos.  Mayor aún, nos abstenemos de juzgar. Un ejemplo de esto: Tengo una amiga que siempre llega tarde, a todo…, siempre.  Yo lo sé.  Más que nada, sé que cuando la invito a alguna actividad, las probabilidades de que llegue tarde… ¡son todas!  Eso a mí no me ofende, ni molesta en lo absoluto. Cuando llega tarde, no le pongo caras, ni le reclamo. Mayor aún, no resta al cariño que le tengo.  Ella simplemente es así… Y yo respeto su esencia.  Por las razones que sean, tiende a ser impuntual. Por otro lado, si bien es cierto que siempre llega tarde, es más cierto todavía que cuenta con un sin número de virtudes, entre ellas un ardiente deseo de brindar la mano a todo aquel que se la pide, aún sin conocerle. De igual manera, ella entiende que para mí las actividades sociales son casi un castigo, (prefiero los momentos de silencio y soledad) y si no me presento a alguna actividad, sin reprocharme, ella lo entiende y sabe que el aprecio que siento por ella, va por encima de un caretazo en una fiesta.  
  • Confiabilidad – No se trata del cliché que constantemente hace que las personas confundan el ser sincero con ser confiable. Se trata de tener la plena certeza de que aunque esa persona no está a tu lado todos los días, o a pesar de las muchas cosas que puedan interponerse en sus caminos, a la hora de la “pura verdad”, en un momento de vida o muerte, (o un momento sumamente determinante en tu vida, para no ser tan dramáticos), esa persona va a decir: “Presente. Cuenta conmigo.” Es ese tipo de persona a la que le podrías delegar tu última voluntad y sabes que hará todo lo que esté en sus manos para cumplirla.
  • Paciencia – Esa persona tiene la capacidad de siempre esperar lo mejor de tí, pero con un ingrediente indispensable: lo hace sin perder la calma. ¿Recuerdan el pilar del “respeto inteligente” que mencioné antes?, está muy relacionado con la paciencia. Un amigo paciente espera lo mejor de ti aún cuando ese “mejor” no sea bueno según los estándares sociales. Dicho de otra manera, en una buena relación de amistad, se establecen otros estándares los cuales vienen a ser asunto de los dos (tres, cuatro o cinco) amigos…, y nadie más. Las opiniones externas no les afectan, porque es una relación estrecha construida sobre respeto y paciencia. Al no ser una amistad que responde a presiones de terceras personas, ninguno de los dos pierde la calma… Es una relación en la que ninguno se cansa de aconsejar al otro, ni de escuchar los mismos traumas, una y otra vez, porque no acaban de tomar las decisiones que deberían tomarse. Son personas que están ahí… Escuchando…, a la expectativa de tu mejor momento, aún cuando los peores momentos los hayas provocado tú mismo.
  • Perdón – Indispensable. No existe ser perfecto sobre la faz de la Tierra. No importa quien sea, a qué se dedique, o cuan espiritual se pueda considerar, somos seres humanos imperfectos. Somos propensos a equivocarnos y la gran mayoría de las veces tomamos decisiones sin tener toda la data que era necesaria para ella. No obstante, una relación de amistad madura, tiene la capacidad de comprender la humanidad y la imperfección humana, perdona y siguen hacia adelante.

Me gustaría saber saber lo que opinas en cuanto a este tema y qué características han sido el fundamente en tus relaciones de amistad.