10 Cosas que Puedes Hacer para Ayudar a la Novia Antes de la Boda
Soooo… Tengo una muy, muy, muy, apreciada amiga que se casa en estos días. He tenido la oportunidad de ver su alegría y emoción por este evento que se acerca. No porque nunca se haya casado, sino porque que es su primera boda en una edad madura, relación madura y a pura conciencia de lo que está haciendo. Espérate…, entonces sí es su primera boda. La boda que tuvo antes no contó. 😉
En medio del ajetreo de la coordinación del evento, se me ha ocurrido compartir 10 cositas sencillas que podemos hacer los invitados, amigos y familiares cercanos para ayudar a la novia, quien mientras más cercano está “El Día”, más aumentan sus tensiones.
- Cumple con lo que te comprometes. Si la novia tuvo la confianza en tí y te pidió que hicieras algo, Cúmplelo. De lo contrario, sé honesto. Si de antemano sabes que no vas a poder, no te comprometas.
- Está a tiempo. Si eres parte del séquito o del grupo cercano, llega a tiempo a los ensayos, cenas, etc. Lo menos que necesitan los novios es la tensión de tener que esperar por alguien que no acaba de llegar.
- Sigue instrucciones, sin quejarte. Acomódate donde te toque. Siéntate donde te toque. Ponte la ropa que te toque y no añadas tensiones con quejas innecesarias. Si lo que tocó es algo que no es de vida o muerte y lo puedes manejar, relájate y coopera.
- No critiques. Si no lo vas a hacer tú, mejor guarda silencio.
- Dale tu opinión a la novia sólo cuando te la pida. Si no te ha preguntado, es porque ya tomó la decisión y es un asunto que está resuelto para ella.
- No te excedas en los chistes. No estás en un funeral, pero tampoco es para que hagas un “stand up comedy”. Vacilar y hacer chistes está permitido, pero el evento no es un show de comedia. El evento trata de dos personas que han decidido celebrar contigo que se aman y planifican permanecer juntos durante muchos años venideros. Es un momento de alegría, no un vacilón.
- Sé cordial. En todos los lugares te toparás con personas de difícil manejo. Una boda no es la excepción. Siempre hay personas gruñonas, malcriadas, prepotentes, etc., etc. Si realmente aprecias a los novios, mantén ese hecho presente por encima de todo. Simplemente, sé cordial y no crees controversias por tonterías.
- Encárgate de lo tuyo…, TU. Ya los novios, (principalmente, la novia) tienen muchas cosas de las que encargarse. Encárgate tú mismo de coordinar tus accesorio, zapatos, vestimenta, arreglos con la costurera, peinado, maquillaje… ¡lo que sea! No le añadas a los novios más responsabilidades de las que ya tienen. Está bien tocar base con la novia en relación a lo que harás, pero no esperar que ella lo haga por tí.
- Entiende que No se Trata de TÍ. No es tu evento. No es tu boda. Tu no eres el centro de atención. Por lo tanto, no es a tí a quien le tienen que gustar las cosas.
- Recuerda todas las veces que los novios sacaron la cara por tí. Seguramente los novios no te lo sacarán en cara jamás. Pero yo, sí. 🙂 Recuerda todas las veces que te aconsejaron, consolaron cuando estabas triste, te socorrieron cuando se dañó tu carro, o te sacaron de un aprieto. Si realmente agradeces todas las veces que han estado ahí para tí, sería bueno demostrarlo con hechos. Decir: “gracias”, no es suficiente.
En resumen, todas las cosas que puedes hacer para que los días previos a la boda sean unos placenteros, son sumamente sencillas. No requieren gran esfuerzo. Se trata de no complicar lo que ya de por sí, es sencillo.